Preparación:
- Ponemos a remojo los garbanzos
- Este será el primer paso que realizaremos el día antes de hacer este cocido. En un bol ponemos los garbanzos y los cubrimos con agua, dejamos al remojo 24 horas sin necesidad de cambiarle el agua ni de añadirle nada.
- Si tenemos un trozo de jamón seco se lo ponemos en el agua de los garbanzos para que se reblandezca y añadirlo después.
- Preparamos el resto de ingredientes
- Ahora limpiamos las ramas de apio retirando las hojas y quitando las hebras más duras, lo cortamos en trozos.
- Pelamos las patatas y la calabaza, esta última la echaremos entera (en forma de media luna).
- Escogeremos las patatas medianitas para sólo pelarlas y echarlas enteras.
- El pollo lo pondremos en trozos medianos, para evitar que con la cocción se nos deshaga. El chorizo y el tocino lo pondremos en rodajas, aunque esto va en gustos. Si le ponemos jamón lo incluimos también.
- Una verdura que le va de maravilla es la judía verde (redonda o plana), si la tenemos en casa la añadimos.
- Agregamos agua a la olla y esperaremos que hierva. Una vez esté hirviendo, añadimos los garbanzos (sin el agua) y todo lo demás.
- Veremos que sale una espuma blanca, la retiramos con ayuda de una espumadera y una vez lo tengamos,tapamos y cocemos durante 20 minutos.
- Lo mejor es separar el caldo del resto de ingredientes. Lo mantenemos caliente hasta el momento de servir.
- Esta es la forma que tenemos de llamar a las sobras del cocido después de freírlas con unos dientes de ajo enteros y sin pelar.
- Lo ideal es desmenuzar la carne y así lo tomamos pinchando con tenedor.
- Una vez más la escasez ha conseguido crear un plato que a pesar de elaborarse con “sobras” está buenísimo
Presentación en mesa y acompañamiento:
A este suculento guiso podemos agregarle un trozo y un hueso de ternera que le dará un sabor aún más especial.
En Navidad es típico acompañarlo con “pelotas” y servirlas con el consomé primero, llegando después el plato de cocido.
Si hablamos de vino estoy obligado a aconsejar un tinto intenso, cualquiera de los de la tierra estará encantado de ser la pareja de nuestro plato.